7 jul 2012

Curiosity, o el juego llevado un paso más allá

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A lo mejor creéis que se va un poco de la temática del blog, pero realmente esta reflexión puede ser muy interesante para enfocar la experimentalización a un nivel que traspasa los "límites".

Hace unos meses, Peter Molyneux (Mr. Hype para los amigos) sorprendió a todos por su renuncia a su puesto en LionHead, propiedad de Microsoft. Fundó un nuevo estudio a 100 metros de su antiguo puesto de trabajo, 22 cans. 22 personas trabajando en un proyecto que se ha desvelado del todo hace unos pocos días, y es como mínimo curioso.

No me atrevería a llamarlo juego, es más bien un experimento social (¿a alguien le suenan excusas similares en productos de ficción?). Una vez entramos en el programa, tenemos un cubo. Un cubo inmenso. Tan grande que todos los participantes están en el mismo. El objetivo es llegar al centro. O eso nos han dicho.

Porque aquí empiezan las curiosidades:

- En el centro tenemos una sorpresa. Como buena sorpresa, no tenemos ni idea de lo que será, y solo la persona que rompa el último pedazo del bloque la obtendrá.

- Empezamos con un cincel simple, pero podemos comprar por un módico precio cinceles más efectivos. Hasta...

- El cincel de diamante. Sí señores, la máxima categoría de cincel, cuesta nada más y nada menos que 50000$. No, no se me ha ido la mano, son cincuenta mil dólares. Representa que es un cincel que te permitiría tener una buena ventaja para romper el bloque, algo así como una bomba atómica por delante de los disparos de escopeta de los otros.

Y aquí están las reglas. La prensa reaccionó y aún reacciona con sorpresa ante la última regla. Los jugadores han llegado a insultar y a dilapidar la imagen del señor Molyneux. Pero yo estoy encantado, estoy emocionadísimo con la idea. Molyneux por fin le pega a una idea rompedora de verdad y que puede aportar.

La pregunta aquí es: ¿Qué os parece?¿Realmente os parece mal cobrar lo que quieran por una herramienta que claramente rompe el juego? Lo más curioso es que aunque la gente diga de todo, dan por hecho que el cincel se comprará. Las apuestas están en cuanto se tarda en comprarlo, no en si lo comprarán.

¿Dónde está el límite entonces, y cuál es la idea que nos quiere mostrar el señor Molyneux? Somos claramente objeto de estudio por su parte, ratas de laboratorio que nos encontramos por primera vez con una situación injusta por delante en un mundo que creíamos justo. Como la vida misma. Realmente el concepto de igualdad ha calado tan hondo en el medio que somos incapaces de aceptar que alguien pueda utilizar su poder para superarnos.

Y todo por una elección. Nadie obliga a nada, se puede ganar igualmente con el cincel simple. Sin embargo, si usas tu poder, entonces tienes una ventaja. Algunos podrán pagar 1$, otros 5$, y alguno puede llegar a pagar 50k$. Aquí nos despierta el creador con un aviso: estamos acostumbrados a la ilusión que todo sea justo en el mundo digital, con igualdad de condiciones, y eso en verdad no es así. Él podrá usar el dinero después para desarrollar su siguiente experimento, dinero que alguien donará porque quiere, porque realmente LE IMPORTA ganar. Mientras otros simplemente tengan la curiosidad de picar un poco del cubo, hay gente que quiere ganar, y algunos que realmente les importa mucho ganar. 

Ya llevamos mostrada la diferencia de recursos aplicables y la diferencia de mentalidad respecto a un juego. Un juego que trata de ir picando un cubo gigante hasta llegar a destruirlo. Nada más. No tiene ni historia, ni trasfondo, ni razón. Ni siquiera sabemos cual es la recompensa, que ha sido prometida a un único ganador. Estamos hablando de que será la única persona en el mundo que dispondrá de él, y será también interesante no solo qué es, sino cómo lo usa. La exclusividad. Un juego que se moverá por la avaricia de algunos, por las ansias (de llegar al final, de ver si alguien compra el cincel de diamante, de obtener la recompensa o hasta tan solo de participar). 

Yo seguiré el desarrollo de la experiencia de muy cerca, una experiencia que nos demuestra en términos muy simples la realidad del jugador, la realidad de la sociedad virtual que estamos creando en nuestros multiversos, con la tentación de la victoria fácil y la recompensa desconocida. Esto es una aventura de verdad y no lo que a veces nos venden en los juegos más comerciales.

1 comentario:

  1. Anónimo8/7/12, 1:51

    el "juego" va a ser un rotundo exito, al menos en el sentido economico. la verdad es simple, hay alguien en el mundo con dinero de sobra, la curiosidad o deseo de "ganar" suficientes para decir "quiero ser el pirmero y unico del mundo", seguramente el premio sera alguna trolleada, bueno al menos eso espero, pero en este mundo hay gente que da mas valor a ganar que divertirse.

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