¿Cómo explicas tú la historia?
Llegados a este punto, mis pocos pero queridos lectores, donde ya hemos discutido muy superficialmente el trabajo previo a siquiera empezar a escribir, es hora de hacer un paso que muchas veces es el primero, pero que es irrelevante hasta ahora: ¿Y esta historia que yo tengo... cómo la muestro?
Muchas veces la creación empieza ya con un medio en mente, o con un medio marcado por circunstancias. Si no sabemos dibujar, difícilmente haremos nosotros solos un cómic. Pero hay veces que simplemente tienes una idea, la desarrollas un poco y te quedas con ganas de mostrarla. Es el momento de decidir de qué forma plasmamos esta idea.
Nuestro objetivo es la narración. Esta narración, según el medio, tiene diferentes nombres (guión, por ejemplo). Y no todos los formatos son válidos o adecuados. Vamos a hacer un pequeño repasito a diversas opciones y a discutir qué podemos o cómo podemos hacerlo.
La primera opción, la más directa, es la literatura. Redactar una narración aporta una independencia respeto a otra gente en temas de producción y te permite llegar fácilmente a mucha gente. Por otra banda, hay ciertos recursos que en una novela o cuento son poco adecuados, y dependes de tu habilidad para plasmar con palabras todas tus ideas. Hablaremos mucho de la literatura aquí.
Seguidamente, en temas de facilidad en amateurs, está el cómic. Sea con influencias manga, americanas o europeas, el cómic es sin duda un recurso interesante, más ameno y más llamativo que la literatura, habitualmente. Ganas una dimensión visual y compositiva que no consigues con la literatura, pero a la vez te debes ajustar a la fluidez del medio para expresar tu historia correctamente. Demasiado texto nubla al lector, pero a cambio puedes trabajar muy cómodamente a base de diálogos.
Saltamos al video, y con él ganamos aún más espectacularidad visual y es un medio aún más llamativo. La narración es aquí considerada guión, y éste dispone normalmente de un flujo más rápido y ligero que otros medios anteriores. A bajo nivel es bastante realizable, pero aquí ya normalmente dependes de otra gente para ayudarte y las limitaciones técnicas de lo que dispongas. Un producto acabado es además un trabajo arduo y más costoso en relación tiempo/calidad que las anteriores. Es importante en este punto decidir el formato en el que se muestra la historia: serie, corto, película... todas tienen sus pros y contras, encontrándonos aquí con limitaciones extras de tiempo y sobretodo de distribución. Aunque a veces se menosprecie, se tienen aquí ya 3 medios a traves de los cuales se cuenta historia: el guión en sí, la fotografía y la musica. Es importante ser consciente de ello y aprovechar su gran potencial en las 3.
Rompiendo la cuarta pared aparece el videojuego. Este joven medio aporta un sinfín de posibilidades a la vez que unas serias consideraciones. El concepto más importante aquí es la interactividad, y aporta cosas buenas como la inmersión y "malas" como el no-control sobre las acciones exactas del personaje. Así pues, normalmente un videojuego se centra más bien en una sucesión de eventos y de unas fases interactivas del jugador. Se tiende a menospreciar el género en cuando a historia, o a sobreestimar su calidad cuando estás dentro (bajas expectativas), pero es fuente de grandes experiencias que serían imposibles en ningún otro medio.
Estas son las 4 principales salidas que con facilidad hay en para nuestra historia. A partir de ahí existen varios submedios, medios híbridos o pseudohíbridos, medios inflouenciados por otros y demás. Es importante tener en cuenta para qué medio trabajas y cómo se debe adaptar tal trabajo al medio.
Ha sido algo diferente, pero a partir de ahora intentaré dejar los textos más generales para enfocar ya diversos temas más concretos. Si queréis alguno, me lo hacéis llegar o me lo comentáis por aquí abajo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario